domingo, 9 de diciembre de 2018

¿Perpectiva o Ideología de Género?: Confusión Episcopal Argentina

Una distinción peregrina en un texto anodino
Ernesto Alonso   


Excelente análisis de la Declaración de varias Comisiones Episcopales de la Conferencia Episcopal Argentina.


Distinguir para confundir 
     
No me siento precisamente feliz de tener que habérmelas con los Obispos Argentinos cuando como Pastores se expresan sobre temas de particular gravedad como es el caso que aquí me ocupa. Confieso que me aflige un poco abandonar mi burguesa comodidad cincuentona y exclamar con contundencia, “Yerran Señores Pastores y confunden seriamente al rebaño”. 
Se trata de la Declaración titulada Distingamos: Sexo, Género e Ideología emitida por las Comisiones Episcopales de Laicos y Familia, de Catequesis y de Pastoral de la Salud, el pasado viernes 26 de octubre. El título suscita los primeros temores al sostener la distinción entre «sexo» y «género», por un lado, separando de ambos la noción de «ideología». Y el desasosiego se instala definitivamente en el ánimo cuando se advierten los subtítulos que temáticamente dividen el texto, a saber, «perspectiva de género» e «ideología de género».
Justificase la separación pues se discierne “sin separar, el sexo biológico del papel sociocultural del sexo, es decir, el género”, citando el número 56 de «Amoris Laetitia», la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco. “Sexo y género son realidades profundamente conectadas, pero no son exactamente lo mismo”, se dice completando el punto. 
Cuando el texto de la Declaración afronta la distinción propuesta entre «perspectiva» e «ideología de género», asevera paladinamente que “los estudios de género pueden ofrecer una herramienta de análisis que nos permita ver cómo se han vivido en las diversas culturas las diferencias sexuales entre varones y mujeres, e indagar si esta interpretación establece relaciones de poder y cómo las establece. No se vive igual la condición masculina o femenina hoy, que hace cien años (…) El Papa lo advierte al afirmar que «la historia lleva las huellas de culturas patriarcales» (…) En este sentido, «género» es una categoría útil de análisis cultural, un modo de comprender la realidad. Mirar la sociedad teniendo en cuenta los roles, las representaciones, los derechos y deberes de las personas de acuerdo a su género, es adoptar una perspectiva de género. Situación que es necesaria para ver que todas las personas sean tratadas según su igual dignidad”. 
Se me excusará la extensión de esta cita. ¡Señores, debemos agradecer profundamente la llegada de la «perspectiva de género» pues ella ha quitado las vendas de nuestros ojos y admirablemente nos ha enseñado que las culturas son diferentes, que históricamente ha habido diferencias sexuales entre el varón y la mujer, afincadas esas diferencias en las culturas mismas; con dicha perspectiva el Santo Padre parece haber aprendido el «arte de interpretar» las huellas recónditas de «culturas patriarcales», horroroso fundamento de las aún más odiosas «relaciones de poder», que fundan la asimetría de los géneros, cuidando, claro está, de no develar aquí que estamos parafraseando a Michel Foucault!

sábado, 20 de octubre de 2018

Necesitábamos del auxilio y el aliento de nuestros Pastores y no lo tuvimos

Mons. Joaquín Gimeno Lahoz, Obispo de Comodoro Rivadavia (Argentina)
Carta a los Obispos de Comodoro Rivadavia que no defienden a sus ovejas


“Se preocupan más de los «espacios de encuentro» que de la defensa de la doctrina y de la moral cristiana y acusan a las sacrificadas mujeres católicas mientras minimizan el accionar violento y obsceno de las mujeres autoconvocadas”, dice esta valiente mujer argentina.


A los Obispos
de la Diócesis de Comodoro Rivadavia:

Con muchísimo dolor leí la carta que, con motivo del Encuentro Nacional de Mujeres, escribieron ustedes. [Nota de ST: la pueden leer aquí http://www.aica.org/35999-comunicado-ante-los-incidentes-durante-el-encuentro-de-mujeres-trelew.html]

Desde hace 14 años he estado participando en él; este año no pude concurrir por estar de viaje, pero sé perfectamente con cuánto sacrificio las mujeres católicas se preparan para dar testimonio de Cristo entre sus detractoras, con peligro de su integridad física, dejando sus ocupaciones diarias y gastando dinero que no tienen, para que el santo nombre de Cristo y de su Santísima Madre no sea borrado de nuestra Patria.

Con mucho dolor les digo que ustedes no nos tratan como padres, se preocupan más de los “espacios de encuentro” que de la defensa de la doctrina y de la moral cristiana y acusan a las sacrificadas mujeres católicas mientras minimizan el accionar violento y obsceno de las mujeres autoconvocadas.

Mons. Alejandro Pablo Benna y Mons. Roberto Pío Álvarez, Obispos Auxiliares de Comodoro Rivadavia (Argentina)

sábado, 22 de septiembre de 2018

Viganò, Instrumento de la Intervención Divina

Sobre el Papa Francisco
Michael Matt



«La "Iglesia del Acompañamiento" acaba de estrellarse contra una pared. ¡Gracias a Dios!».


Gran Video de Michael Matt -de "The Remnant"- a propósito del "Testimonio" del Nuncio Papal Carlo María Viganò, donde explica de forma verosímil cómo Jorge Mario Bergoglio encubrió al Cardenal Theodore McCarrick (y varias cositas más). [Gracias Jack Tollers por la traducción y el subtitulado].

En resumen: una muestra de cómo la infección sodomita es una consecuencia lógica de la filtración de la herejía modernista en la Iglesia Católica, y que Francisco encarna paradigmáticamente junto a los Obispos felones que lo apoyan y acompañan.



martes, 14 de agosto de 2018

Una sombra oscura se cierne sobre toda la enseñanza y la praxis católicas

La Pena de Muerte y la Iglesia
Vittorio Messori


El gran periodista italiano converso Messori, en su magnífico ensayo “Leyendas negras de la Iglesia”, dedica un capítulo a la pena de muerte… que reproducimos a continuación.


Pena de Muerte / 1

Por mucho que nosotros los periodistas nos esforcemos en hacer creer lo contrario, a menudo los periódicos, por su propio deseo, no representan del todo a la opinión pública.

El problema de la pena de muerte es uno de esos casos en los que la escisión entre los ciudadanos y los medios de comunicación parece más profunda. Estos últimos, casi sin excepción, rechazan indignados la simple posibilidad de debatir una cuestión que consideran tan anacrónica e incívica que no merece la menor atención.

En los periódicos donde he tenido ocasión de trabajar, he visto tirar a la papelera con repugnancia las numerosas cartas que envían los lectores sobre ese tema. Sin embargo, todos los sondeos muestran que si se sometiera a referéndum popular, el resultado se decantaría sin la menor duda por la reimplantación del pelotón de ejecución o del verdugo, al menos para los crímenes especialmente execrables.

El informe anual de «Amnistía Internacional» nos ofrece una prueba concreta de ello al señalar que la pena de muerte está incluida en el derecho penal de 99 Estados (el 80 % de las ejecuciones tienen lugar en países que manifiestan la pretensión de servir de modelo, como Estados Unidos, la Unión Soviética o China), sin que importantes movimientos de opinión reclamen su abolición. En los casi treinta estados de la Unión norteamericana en los que se ha mantenido la pena capital, la voluntad popular se ha opuesto a todas las iniciativas llevadas a cabo para eliminarla.  Es más, en algunas ocasiones han sido los propios ciudadanos quienes han impuesto su restauración.

Hay un tipo de corifeos de la democracia, periodistas y políticos en primera línea, bien conocidos por lo selectivo de su criterio: para ellos, la mayoría de las opiniones y de los votos son «una noble manifestación de la voluntad popular» cuando coincide con su propia orientación, pero resultan «una despreciable vomitera reaccionaria» cuando su expresión contraría sus prejuicios y planteamientos.

El hecho es que, desde la más remota antigüedad hasta que algún intelectual de la Europa occidental del siglo XVIII empezó a manifestar sus dudas, la pena de muerte se admitía pacíficamente en todas las culturas de todas las sociedades del mundo.

Es falso que aquel curioso personaje llamado Cesare Beccaria pidiera su abolición. En el capítulo veintiocho de “De los delitos y sus penas” se dice: «La muerte de un ciudadano sólo puede considerarse necesaria en dos casos...». Principalmente, Beccaria rechaza la tortura y luego lo que denomina pena de muerte «fácil», tal como se aplicaba en su época, pero no la excluye de modo categórico ni la declara ilícita, hasta el punto de juzgarla «necesaria» en algunos casos. Por otro lado, la alternativa que propone Beccaria con el fin de suscitar mayor espanto, tal como él mismo especifica, es «la esclavitud perpetua». Algo que no parece un beneficio ni para la sociedad ni para el reo.

También es falso que mantener la pena capital sea «de derechas» y su abolición «de izquierdas». Entre las ignoradas paradojas de nuestras reconfortantes ideas fijas se cuenta que Luis XVI abolió dicha pena pocos años antes de la Revolución francesa. Ésta volvió a implantarla por iniciativa de la «izquierda» jacobina, haciendo tal uso de la misma que, por una vez justificadamente, el imaginario popular ha hecho de las palabras guillotina y revolución un todo inseparable.

Aquellos «progresistas» rogaron sin ambages al doctor Guillotin que perfeccionara su máquina para pasar de la fase artesanal a la industrial. Así nos ha llegado el escalofriante prototipo de un instrumento capaz de cortar sesenta cabezas al mismo tiempo.

jueves, 21 de junio de 2018

Angelelli y los Vicios Judiciales

Reseña Histórico-Jurídica del Caso Angelelli
Dra. Silvia E. Marcotullio


Ex Juez de Cámara Penal


Este asunto judicial tuvo un azaroso trámite: Fue abierto tres veces: En la primera inmediatamente después del suceso, expte. 5090-6, fue cerrado por no resultar delito alguno, por el juez Rodolfo N. Vigo. En la segunda oportunidad se inició una causa por denuncia efectuada en el año 1983 (expte 23.350/86) intervinieron sucesivamente el juez Aldo Fermin Morales y la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba. Terminó con un sobreseimiento provisorio por haberse agotado la producción de pruebas sin resultados (20/4/90). La tercera: en el año 2010 se reabre la anterior y concluye con una condena a los imputados sobrevivientes Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella, de fecha 5/7/14.


1) Primer proceso: El día 4 de agosto de 1976, regresando desde Chamical hacia La Rioja, siendo aproximadamente las 15 hs., a la altura del km. 1058 de la ruta nacional 38, cercanía de Punta de los Llanos se produce el accidente en que perdió la vida el obispo de La Rioja. Viajaba en una camioneta Fiat 125, acompañado por su vicario el entonces sacerdote Arturo Aído Pinto; éste resulto herido.


2) En el sumario labrado en forma inmediata, luego de medidas de prueba – autopsia, pericia accidentológica, fotos en el lugar del suceso, declaración confusa (como fueron las posteriores) de Pinto alegando pérdida de la memoria y estado de shock, se archivó la causa que en su momento se caratuló “Angelelli, Monseñor Enrique A. s/fallecimiento”, expte. 5090-6; no existiendo datos sobre la intervención de terceras personas.

martes, 19 de junio de 2018

Sobre el Comunicado de la CEA respecto de la Votación en Diputados a Favor del Aborto

Repudio al Aborto Clerical
Antonio Caponnetto


Extraordinario artículo de Don Antonio Caponnetto ante el más que penoso comunicado de la CEA respecto de la votación en Diputados de la Nación Argentina a favor de la Ley de Despenalización del Aborto.


Tras el resultado favorable al aborto en la Cámara de Diputados, el 14 de junio del corriente,  la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina junto con la Comisión Episcopal de Laicos y Familia (Celaf) emitió un comunicado. El mismo es un muestrario vergonzoso de insensateces y de cobardías, que los católicos verdaderos sólo podemos rechazar con desprecio.

-No podemos aceptar que se diga que lo que acaba de suceder nos causa “el dolor por el olvido y la exclusión de los inocentes”. El aborto no es un olvido o una exclusión. Es un asesinato vil y abyecto, tanto más si, como en este caso, cuenta con el patrocinio de los poderes políticos, subordinados a su vez al Poder Mundial. 

-No podemos aceptar que se nos proponga luchar “por la dignidad de toda vida humana”; porque el que con pertinacia y porfía niega el derecho a la vida a los inocentes y propone su exterminio, su mismo pecado lo vuelve indigno, mezquino y punible; tanto más si es una autoridad devenida en tiránica y propulsora de la violación descarada del Quinto Mandamiento. A esta clase de sujetos, que son verdaderas amenazas contra el bien común y caen en malicia suprema, no debe ofrecérseles amistad, enseña Santo Tomás, sino querella frontal y llegado el caso la muerte (Suma Teológica, II, IIae, q.25, art.6). Una cosa es luchar por la dignidad creatural del hombre, hecho a imago y simillitudo Dei; otra cosa es pecar contra la justicia, tratando al indigno como si no mereciera pugna, impugnación y castigo.

-No podemos aceptar que se insista en la suprema idiotez y complicidad manifiesta, de seguir “con el debate legislativo”. Se ha llegado a este extremo de corrupción de las leyes, de los principios y de las costumbres, precisamente por no tener la cordura y la valentía de impugnar a la democracia como la corrupción de la república y sistema inherentemente perverso. Lo que ha sucedido no es la agregación de “otro trauma, el aborto”, a los problemas que arrastra la mujer, y al cual habría que hallarle una solución prosiguiendo con el susodicho debate legislativo. El aborto no es un trauma; es un pecado mortal. Los que queden traumados por practicarlo tendrán la posibilidad de regenerar su salud psíquica o corpórea. Los niños descuartizados, ya no.

domingo, 10 de junio de 2018

La Insoportable Levedad del Bermudo...

Cara Dura
Antonio Caponnetto


Tomado del Portal amigo “Adelante la Fe”


Creánme o no tirios y troyanos, en la gélida noche argentina del 8 de junio, me he enterado de tres cosas que ignoraba. La primera que existe un amondongado sujeto llamado Alejandro Bermúdez; y que por cierto no debe ser confundido con su homónimo, el nadador colombiano, apodado precisamente el Flaco. La segunda, que el ente carnoso, entre otros menesteres ilustres, dirige un programa televisivo titulado “Cara a Cara”, sin que sepamos aún si su objeto propio versa sobre el lifting facial o el identikit. Y la tercera, que en la edición del mencionado programa con fecha 6 de junio de este 2018 (cfr.minuto 50 y ss de https://youtu.be/F9xoj0N3Sx8) , el célebre saín –que para abreviar llamaremos nomás Alejandro Bermúdez- se ha ocupado de mí, desbarrando de dislate en falacia y de mentira en canallada.

Viene a decir el Alejandrino –con ripios,¡ay! en la prosodia, la fonología y la sintaxis– que he “caído en el abismo antipapista y lefevbrista, que simplemente” me “hacen incompatible con un comentarista católico”. Que he “dejado de ser un comentarista católico”, por mi “antipapismo irracional y apocalíptico”; y que el “proceso sistemático de negación de la autoridad pontificia del Papa Francisco” me convierten en “herético”, pues eso “es negar la realidad del Espíritu Santo que gobierna a la Iglesia”.

Dá vergüenza ajena que este señor Bermudo hable de quien no conoce ni su vida ni su obra, ni su pensamiento ni su acción; y que movido por su obsecuencia a los altos mandos eclesiales que lo rentan, se arrogue el derecho a dividir las aguas de los ortodoxos y de los herejes,con un maniqueísmo que lo degrada,ridiculiza y abaja. Esto no sólo es “irracional” sino moralmente pecaminoso, penalmente injuriante e intelectualmente mendaz. Esto, para decirlo de una vez, es la zafaduría propia de un maleducado.

Dá mayor vergüenza que confunda el deber canónico de los fieles de señalar los yerros de sus pastores y aún el del Pontífice con el antipapismo, que es negación de la institución petrina. Precisamente el núcleo de la herejía luterana a la que Francisco ha rendido homenaje público  hasta la indecencia.

miércoles, 6 de junio de 2018

Uno de los pocos Obispos que habló contra el Aborto en Argentina

Una renuncia exprés
Mario Caponnetto


Tomado del Portal amigo “Adelante la Fe”.


A muy escasos días de haberla presentado, la Santa Sede aceptó la renuncia de Monseñor Héctor Aguer como Arzobispo de La Plata. Tanta celeridad es por completo inusual y asombra habida cuenta de que por lo general los molinos vaticanos muelen lentamente. Esta vez, en cambio, el trámite fue exprés. Se ve que alguno de los “vientos renovadores” que soplan en Roma aceleró esta vez las aspas de los viejos molinos.

Apenas unas pocas semanas antes de la fecha en que Aguer cumplía la edad canónica indicada para el retiro de los obispos, su ahora sucesor, Víctor Fernández (uno de los hombres de mayor confianza del Papa Francisco y reconocido como uno de sus teólogos de referencia) abandonaba -también sorpresivamente- su cargo de Rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina. Es evidente, a la luz de lo que sucedió después, que aquella precipitada salida del rectorado de la primera universidad católica del país no tuvo otro sentido que posicionarlo a Fernández para asumir la diócesis ahora vacante. Es decir, la maniobra sucesoria estuvo perfectamente planeada y pergeñada con anticipación. Sólo restaba aguardar la fecha de la renuncia de Aguer. Sin embargo nada hacía prever semejante velocidad en el trámite.

Que todo el trámite del relevo se caracterizó por una inusual velocidad y premura lo atestiguan algunos detalles harto significativos. En efecto, sólo siete días después de presentar la renuncia, Monseñor Aguer fue citado por el Encargado de Negocios de la Nunciatura en Buenos Aires. Allí se le comunicó que cesaba en sus funciones a partir del momento mismo del anuncio público (que se hizo el sábado 2 de junio, día de la festividad externa de Corpus) y que uno de sus obispos auxiliares quedaría a cargo de la administración de la Diócesis hasta la toma de posesión del nuevo Arzobispo. En consecuencia, su salida efectiva se produciría inmediatamente después de la Misa de Corpus el mismo sábado 2 de junio en la que debía ser su despedida formal de la Arquidiócesis. Esto último se modificó a posteriori tras una entrevista que ambos arzobispos, el saliente y el entrante, mantuvieron en la Curia Platense y en la que se convino que el domingo 10 de junio Aguer se despedirá de su clero y de sus fieles en una misa celebrada en la catedral arquidiocesana.

Habida cuenta de que la toma de posesión del nuevo Arzobispo está fijada para el próximo 16 de junio es más que evidente que ni siquiera se le concedió a Aguer permanecer en el ejercicio del gobierno, y a la espera del sucesor, las dos escasas semanas que median entre el anuncio del nombramiento y la asunción del nuevo titular. En su lugar, el Papa designó Administrador apostólico “sede vacante” a unos de los auxiliares, Monseñor Alberto Bochatey, quien tendrá a su cargo gobernar la Arquidiócesis hasta la inminente asunción de Monseñor Fernández. En resumen está muy claro que Aguer debía ser alejado de su cargo sin demora; y así ocurrió.

lunes, 23 de abril de 2018

Santidad Clase Media

Cuando los santos vienen reptando


Magnífico artículo comentando la Exhortación Apostólica «Gaudete et exsultate» (GE) del Papa Francisco «sobre el llamado a la santidad en el mundo actual», realizado por un colaborador del Blog amigo “Wanderer”.


“¡Buscad las cosas de Arriba!”
Colosenses 3, 1.

El reciente documento Papal (GE) es objetable en un sinfín de aspectos y de un sinfín de maneras. Su horizontalismo, su terrenismo, su mirada asfixiada y asfixiante en el círculo sin salida del hombre y sus minúsculos avatares temporales, la sistemática devaluación de nuestra Fe, la apología de lo mediocre pueden ser ejemplificados con gran número de frases extraídas de la penosa Exhortación. Errores sutiles o burdos se han ido marcando y se seguirán haciendo en el correr de estas semanas. Citas trampeadas de san Agustín, san Buenaventura, santo Tomás han sido de inmediato denunciadas y desenmascaradas en su vil manipulación: recortadas, mochadas al mejor estilo Viganò. Y así, muchas otras falacias del texto están siendo cuidadosa y minuciosamente explicadas en diversos medios.

También se ha manifestado ya (a riesgo ya de caer en tautológicas trilladuras) lo banal del estilo simplista, minimalista, trivial e insípido. No es justamente un texto (¿hará falta decirlo?) que encienda los corazones en el fervor gallardo, que enardezca a los desmotivados jóvenes a librar feroz batalla en favor de la santidad ni nada semejante. No es precisamente un texto que hinche los pulmones, empañe los ojos y mueva el alma a lanzarse de lleno a la locura de la santidad. La épica no es su fuerte. Muy por el contrario, se esmera en Pontífice, desde el primer renglón hasta el último, en mantener intacta su caligrafía (esa letra diminuta) con que vindicar la mediocridad.

De Francisco hubiera dicho Chesterton: enarbola la sencillez, que es un pomposo nombre para la moderación, que a su vez es un nombre elegante para la mediocridad.

Y esto, más que en tal o cual frase puntual del texto, hay que descubrirlo en su clima general, su atmósfera; insistamos: en su caligrafía. Aquí sabe más el buen paladar que el aceitado silogismo. Pues se trata de eso: de un sabor, un inefable sabor pastoso, terroso, arcilloso, sin reminiscencias ni a la Roca ni al Agua ni al Fuego, que son los precursores de todo lo que sabe a Dios. Además, dirían los enólogos, es un vino “corto”, que se apaga en la boca de inmediato.

martes, 30 de enero de 2018

Brillante Réplica al Tucho Fernández

La Hermenéutica “Bergogliana” de Monseñor Víctor Manuel Fernández
Ernesto Alonso


Tomado del Blog amigo “Cabildo”.


De Interpretatione

El Arzobispo Monseñor Víctor Manuel Fernández, “Tucho” como dice que prefiere lo llamen, rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), se ha referido recientemente a las interpretaciones que de acciones, gestos y palabras se predican de y se atribuyen a su Santidad el Papa Francisco.

La de “las interpretaciones erróneas del mensaje del Papa” es una nota que publicó Monseñor Fernández en La Nación  y que AICA ha recogido el pasado lunes 15 de enero y titula tal como está escrito.

El propósito del señor Arzobispo es el de salir al encuentro de “afirmaciones periodísticas sobre el Papa (…) plagadas de imaginación, al mismo tiempo que (…) atribuirle a Francisco ciertas intenciones políticas (…) como si Francisco estuviera permanentemente pensando en Macri”. Un poco más adelante, señala que “si uno leyera este hecho (los referidos al Papa Francisco) con la misma imaginación, podría deducir que hay un plan organizado de desprestigio” (por parte del Santo Padre, cabe aclarar). He retocado por mi cuenta el orden de los enunciados de Monseñor Fernández preservando su literalidad.

lunes, 15 de enero de 2018

Francisco intenta quedar bien con todos

El intelectual que pone en jaque a Bergoglio
Jorge Fernández Díaz


Extracto del artículo publicado en el “Diario La Nación” de Buenos Aires, Argentina, el Domingo 07 de enero de 2018.


Sugiere el autor de «Dios en su laberinto» [Juan José Sebrelli] que Bergoglio es un conservador popular y que sus apóstoles no encuentran en la pobreza una carencia sino una virtud. Para ilustrar esto recurre a declaraciones públicas de su heroico equipo de trinchera, que muestra sin embargo desconfianza frente a la urbanización de las villas, puesto que esa mejora conllevaría un carácter “civilizatorio” y porque en esos asentamientos persistirían “valores evangélicos muy olvidados por la sociedad liberal de la ciudad”. Flota entonces el concepto tácito de que la clase media ha sido corrompida por el dinero, y que ha virado hacia un cierto agnosticismo o tal vez a un catolicismo de bajas calorías, como viene ocurriendo en todas las capitales laicas de Occidente. En contraposición, hay zonas marginadas en todas las latitudes donde Dios brilla sin dudas ni sombras. Sebreli refuta la concepción pobrista de Bergoglio y trae un ejemplo cercano: “El ideal de los villeros no es el de cultivar el comunitarismo ni formar una microsociedad, ni preservar su 'identidad cultural', sino salir de allí lo más pronto posible; incluso las familias de villeros más organizados y con mejor situación envían a sus hijos a escuelas lejos de las villas y los que tienen un trabajo dan un domicilio falso. No son los 'porteños' despectivamente tratados por los curas, sino los propios villeros quienes detestan la villa, y querrían integrarse a la ciudad. La ayuda a los pobres no consiste en exaltar la pobreza como un mérito sino en combatirla, y eso solo se consigue con posibilidades de trabajo, educación, vivienda, salud, control de la natalidad, e integración plena a la sociedad”.

La prédica del Papa no reconoce el Estado de bienestar de las democracias republicanas; en consecuencia, sus relaciones no se arman en torno a partidos políticos, sino a organizaciones sociales, cuya consigna es “imitar al pobre” y cuya especialidad consiste en gerenciar la dádiva. 

A esta nueva concepción eclesiástica, Sebreli la califica de “utopía reaccionaria”, negadora de la modernidad y prejuiciosa con el capitalismo de cualquier orden, dado que confunde las partes con el todo, es decir, los múltiples defectos y desigualdades del sistema, con sus cualidades, y con la innegable prosperidad social que produjo en muchas naciones. La alternativa parece ser un populismo religioso que sospecha del progreso; con liderazgos carismáticos y con un rasgo curiosamente antiintelectual: Sebreli anota que durante el Tedeum del 25 de mayo de 1999 el entonces Cardenal instaba a beber de “las reservas culturales de la sabiduría de la gente corriente” y a no hacer caso de “aquella que pretende destilar la realidad en ideas”.

Otro capítulo lo dedica a la formación del célebre vecino del barrio de Flores; como todo argentino, Bergoglio goza con ser inclasificable. Sebreli abunda en su paso por Guardia de Hierro, indaga en su lectura jesuítica y luego lo retrata: El Papa humilde como cura de aldea esconde un político habilísimo y astuto... Es el maquiavélico Ignacio de Loyola travestido en el dulce Francisco de Asís. Según el autor, esta dualidad ya estaba en el primer Francisco, a quien Chesterton llamaba “el divino demagogo”. El aspecto dual de su gestión parece plagado de picardías, y también de perogrulladas, como cuando exhorta a los narcos a dejar de serlo a riesgo de ir al infierno.

martes, 2 de enero de 2018

¡Bravo por estos Obispos Fieles a Cristo!

Urgente: Tres Obispos contra Amoris Laetitia
Vicente Montesinos


Tomado del Portal Amigo “InfoVaticana”... «De manera inequívoca y sin admitir ninguna excepción, nuestro Señor y Redentor Jesucristo reafirmó solemnemente la voluntad de Dios con respecto a la prohibición absoluta del divorcio».


El año 2017 se ha despedido de nosotros con una gran noticia para quienes seguimos pensando, a pesar de ser constantemente “misericordiados” por ello, que Amoris Laetitia es lo más grave que ha sucedido a la Iglesia Católica desde… ¿? …, y que es difícilmente emparejable con la doctrina divina dada por Nuestro Señor Jesucristo.

Y es que una vez más, pero esta parece que de forma más que contundente y clara, se alza una voz contra esta herejía; y ahora nada más y nada menos que en forma de documento formal firmado por tres valientes obispos, los cuales, evidentemente, con esto, no aspiran a nada terreno, sino todo lo contrario, porque saben lo que les espera; y sí a salvar sus almas, e imaginamos y esperamos que las de muchos más católicos que ojalá, ahora sí, abran los ojos.

Se trata de Sus Excelencias Reverendísimas Monseñores Tomash Peta,  Ene Pawel Lenga y  Atanasio Schneider, a los que «Stilum Cuariae» recién acaba de publicar en Italia dicho valioso documento, que nos llega en primicia, [y que] se publica en España por primera vez, y les enlazamos abajo.

El documento es introducido con rotundidad y claridad de intenciones afirmando que “en el espíritu de San Juan Bautista, San Juan Fisher, Santo Tomás Moro, la Beata Laura Vicuña y numerosos mártires y confesores de la indisolubilidad del matrimonio conocidos y desconocidos:

No está permitido (no Licet) garantizar, avalar o legitimar ya sea directa o indirectamente, un divorcio y una relación sexual estable no matrimonial a través de la admisión de la disciplina sacramental de los llamados «divorciados y vueltos a casar» a la Santa Comunión, siendo ello ajeno a toda la tradición de la fe católica y apostólica.

Al hacer esta profesión pública delante de nuestra conciencia y ante Dios que nos juzgará, creemos sinceramente que prestamos lo que es un servicio a la caridad en la verdad de la Iglesia de nuestro tiempo y al Papa, el sucesor de San Pedro y Vicario de Cristo en la tierra”.

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